México, 4 de julio.- El director del IMSS-Bienestar, Alejandro Svarch Pérez, advirtió que México enfrenta una profunda dependencia del exterior para producir medicamentos, pues más del 65 por ciento de los insumos del sector farmacéutico son importados, y en algunos casos clave —como químicos y principios activos— la dependencia supera el 80 por ciento
Durante una presentación técnica, Svarch explicó que el país ha perdido soberanía farmacéutica desde 2008, cuando se eliminó el llamado “requisito de planta”, una política industrial que exigía a las farmacéuticas contar con instalaciones productivas en México para comercializar sus productos.
Esta medida, afirmó, provocó una caída en la capacidad nacional de manufactura farmacéutica y favoreció a mercados extranjeros.
“Fue muy evidente en COVID, fue muy añorado el requisito de planta en COVID, dado que si hubiéramos tenido este requisito vigente hubiéramos tenido una capacidad propia para poder producir los medicamentos con una industria nacional.
“Esto también nos pone en ciertas desventajas respecto a otros productos u otros países, mejor dicho, que posicionaron el requisito de planta. El mismo año que México quitó el requisito de planta, Brasil puso un requisito de planta en una política muy interesante que se llama política de producción farmacéutica y hoy Brasil produce en su territorio cerca del 90% de los medicamentos del sistema universal en salud”, señaló.
Svarch también subrayó la importancia de impulsar la producción de medicamentos genéricos, dado que su introducción al mercado reduce significativamente los precios, hasta cinco veces por debajo del costo de los medicamentos de patente, sin afectar su eficacia terapéutica.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que su administración busca revertir el daño provocado por la eliminación del requisito de planta.
“Sí, en 2008, en el periodo de Calderón, se retiró ese requisito y cayó por completo la industria farmacéutica nacional. Nuestro objetivo es recuperarla”, afirmó.
Sheinbaum anunció que se emitió un decreto para que en futuras licitaciones del sector salud se privilegie a las empresas con plantas de producción en México, como parte de una estrategia para fortalecer la capacidad nacional de abasto de medicamentos y garantizar el derecho a la salud.