Ciudad de Guatemala, 15 de enero de 2024 (Reuters).- El cruzado contra la corrupción Bernardo Arévalo, asumió el cargo de presidente de Guatemala a primera hora del lunes después de una caótica toma de posesión causada por un intento de última hora de los legisladores de la oposición de debilitar su autoridad.
“Nunca más el autoritarismo”, proclamó el nuevo presidente de Guatemala, al ser investido jefe del Estado del país centroamericano, tras un tormentoso proceso de transición.
Después de un retraso de casi nueve horas, el recién juramentado presidente y la vicepresidenta Karin Herrera, hicieron su primera aparición en el Palacio Nacional de la Cultura, para saludar a una multitud que se había reunido en la Plaza de la Constitución de la capital.
En un discurso, Arevalo se comprometió a los pueblos indígenas de Guatemala «no dejarlos atrás» y prometió «no más discriminación, no más racismo». Más del 40% de los guatemaltecos son indígenas, principalmente, mayas.
Los indígenas de Guatemala han sufrido históricamente de discriminación y pobreza, y el 80% de sus hijos sufre un acceso inadecuado a alimentos nutritivos, según estudios de la ONU.
La inesperada victoria electoral de Arévalo en agosto pasado fue vista como un punto de inmuertación para Guatemala, donde el hombre de 65 años se ha convertido en un defensor de la democracia y líder de un movimiento progresista empeñado en remodelar un paisaje político dominado durante mucho tiempo por partidos conservadores.