Barcelona, 18 diciembre de 2019.- Después de casi dos meses, Barcelona y Real Madrid por fin se enfrentaron, un 0-0 en el Clásico español.
Un empate que los mantiene como punteros de LaLiga, con 36 puntos, únicamente arriba el Barsa por diferencia de dos goles.
Pero en el Camp Nou la sensación fue distinta porque el Real Madrid fue mejor futbolísticamente. En este partido, al menos, cambiaron de roles ya que los blancos apostaron a la presión alta y posesión de pelota, y el cuadro blaugrana dañó más al contragolpe. Los visitantes tiraron 17 veces, contra 9 de los locales.
«Cuando no se gana uno no se puede ir contento, sumar es positivo, hemos visto a un Madrid con mucha personalidad, con un equipo que siempre tiene posesión de balón, le hemos quitado la pelota.
«No sé si más (merecer), controlamos el juego, las ocasiones, hemos tenido más que ellos, es un campo muy complicado y quitarle el balón al Barcelona siempre es difícil», dijo el capitán Sergio Ramos a LaLiga.
Un partido no exento de polémica ya que el VAR omitió un par de probables penales sobre Raphael Varane, uno por un jalón de Iván Rakitic, pero el más claro porque Clement Lenglet le clavó los tachones en el muslo, en una disputa por la pelota, en el área del Barcelona.
«Son dos penaltis, mala suerte, ya nos tocará», dijo Ramos.
Los blancos ganaron todas las jugadas divididas, siempre un madridista recuperó la pelota tras algún rebote en sus acciones ofensivas, Benzemá, Isco, Gareth Bale y hasta Fede Valverde, con un par de tiros de volea, exigieron a los blaugranas.
Gerard Pique desvió centímetros antes de la línea de gol un cabezazo de Casemiro, tras un tiro de esquina, y su homólogo del Madrid, Sergio Ramos, hizo lo propio tras un disparo de Messi.
El Barcelona estuvo irreconocible. No tuvo el control de la pelota, dependió de chispazos como el de Lionel con un pase filtrado, propio de un genio, a Jordi Alba, quien casi al final del primer tiempo disparó desviado.
Los locales inquietaron con tiros de Frenkie de Jong y de Suárez, pero el Madrid hizo lo propio en una jugada que terminó en gol de Bale, invalidado por fuera de lugar previo de Ferland Mendy.
Un partido que deja más dudas aún de las que existen sobre el técnico blaugrana Ernesto Valverde, y que alimenta también la seguridad de Zinedine Zidane en el timón del Madrid.
El partido que fue aplazado por los disturbios políticos en Barcelona (debió jugarse el 26 de octubre) no tuvo incidentes que lamentar en las gradas, en donde se desplegó una manta con el hashtag SpainSitAndTalk. (Con información de Reforma)