México, 29 de enero de 2020.- Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) adelantó que de ni prosperar el diálogo con el gobierno federal por el nuevo etiquetado de alimentos y bebidas, el sector empresarial se amparará ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación y de ser necesario acudirá a instancias internacionales, como la Organización Mundial del Comercio (OMS), para apelar la falta de certeza normativa y reglas claras.
Empresarios, industriales y el sector agroalimentario afirmaron que esta norma no resuelve de forma integral el problema del sobrepeso y de obesidad en México, pero si afecta de forma importante la línea de producción y el mercado formal de alimentos.
Por su parte, Francisco Cervantes, presidente de Concamin, aseguró que las autoridades de las secretarías de Salud y de Economía ignoraron sus propuestas, además de que la intención no es que la industria de los alimentos reformule o reduzca las porciones, sino que su producto no lo compren los consumidores.
Los empresarios señalaron que este tipo de etiquetado atenta en contra de la propiedad intelectual de las empresas y sus marcas.
Señalaron que el impacto económico por el etiquetado, sería de 6 mil millones de pesos, siendo “gravoso” para las pequeñas empresas.
Bosco de la Vega, presidente del Consejo Nacional Agropecuario, afirmó que las nuevas etiquetas sólo generalizan y «satanizan» al producto, no reconoce porciones, ni tamaños, ni da más detalles sobre el valor nutricional o calórico del alimento, por lo que sólo confundirá a los consumidores.
Además de que traerá al país serios problemas con nuestros socios comerciales.
Aclararon que la salud de los mexicanos no es negociable y, es por ello que la propuesta que presentaron está dirigida a precisar puntualmente sobre el contenido calórico, porción y tamaño e ir por una reformulación de los alimentos.
Sin embargo, anotaron que lo que pretende la autoridad es regular de una forma radical el 35 por ciento de los alimentos procesados que consumen los mexicanos, sabiendo que no hay evidencia en ningún país del mundo que disminuya ni un gramo el problema del sobrepeso y la obesidad.