Santiago, 9 de febrero de 2024 (Reuters).- Una procesión fúnebre por el dos veces presidente chileno Sebastián Piñera recorrió Santiago el viernes, pasando por el palacio presidencial de La Moneda, mientras miles de personas se alineaban en calles y tejados con banderas y fotografías de él.
Piñera, de 74 años, murió el martes después de que el helicóptero que pilotaba se estrellara en un lago en el sur de Chile.
El viernes temprano se celebró un funeral de Estado en el antiguo edificio del Congreso.
«Hoy compartimos la conmoción por la trágica partida de un hombre, padre, marido, abuelo y figura pública que fue un líder en nuestra transición a la democracia», dijo el presidente Gabriel Boric a los dolientes.
Después del servicio, policías montados a caballo saludaron el ataúd de Piñera en el palacio mientras tocaba una banda de música de la policía. Luego, automóviles en los que viajaban familiares y funcionarios del gobierno escoltaron el féretro de Piñera a través de la ciudad hasta un cementerio en el norte de Santiago.
«Vine porque sentí que era un buen presidente para Chile», dijo Diego Arrayada, que observó la procesión. «Era honesto, estábamos cerca de la gente, brindábamos ayuda social y sabíamos que el motor de Chile eran las pequeñas empresas».
Piñera, un multimillonario conservador cuyo primer mandato fue de 2010 a 2014, supervisó un fuerte crecimiento económico, pero también enfrentó protestas.
El propio Boric encabezó protestas estudiantiles por reformas educativas durante la primera administración de Piñera.
«Estos días algunos han recordado que éramos adversarios políticos. Es cierto», dijo Boric. Pero dijo que se reconciliaron y el día antes de la muerte de Piñera hablaron sobre los recientes incendios forestales mortales que mataron a 131 personas en el centro de Chile.
Piñera también supervisó el rescate en 2010 de 33 mineros atrapados, que atrapó a personas en todo el mundo y se convirtió en la base de una película de 2014, «Los 33».
Durante el segundo mandato de Piñera, de 2018 a 2022, estallaron grandes y a menudo violentas protestas contra la desigualdad y Piñera supervisó la respuesta del país a la pandemia.