México, 4 de mayo.- En una carta dirigida al partido Morena, la presidenta Claudia Sheinbaum hizo un enérgico llamado a preservar la integridad ética y los principios fundacionales del movimiento.
En su mensaje, Sheinbaum subrayó que “el éxito de una persona no está en el dinero ni en el poder, sino en el legado que deja en la lucha por los derechos del pueblo”.
“Recordemos que la mejor campaña es la de ras de tierra, la que se hace casa por casa, la que convence, no la que usa más recursos económicos, sino la más cercana al pueblo”, señaló.
Propuso que “para la definición de las y los coordinadores de la transformación en estados y municipios considero importante que NO se permita el uso de anuncios espectaculares, la promoción de servicios privados, las campañas de odio en contra de otros participantes en las encuestas y evidentemente el uso de recursos públicos. Casa por casa, volantes, trípticos, carteles, deben ser siempre nuestra forma de comunicación”.
La mandataria recordó los principios ético-políticos presentados en un congreso previo y sugirió que sean asumidos por toda la militancia.
Entre los puntos centrales de su mensaje destacan:
- Unidad con principios: Sheinbaum instó a evitar la división y el sectarismo, defendiendo una unidad basada en ideales, no en intereses personales.
- Honestidad y austeridad: Rechazó la frivolidad, el consumismo y el uso de lujos, pidiendo a los militantes conducirse con humildad.
- Cercanía con el pueblo: Criticó el uso de recursos públicos para turismo político y exhortó a estar presentes en el territorio.
- Rechazo al nepotismo y al amiguismo: Propuso que desde 2027 Morena impida candidaturas inmediatas de familiares, incluso antes de la reforma constitucional de 2030.
- Separación entre partido y gobierno: Afirmó que Morena no debe convertirse en un partido de Estado y debe fortalecerse desde las bases.
También pidió reforzar la formación política, garantizar la austeridad republicana en los gobiernos emanados del partido, y mantener un proceso de selección de candidaturas transparente y cercano al pueblo.
“Con el pueblo todo, sin el pueblo nada”, concluyó Sheinbaum, al recordar que el verdadero poder se ejerce con humildad y compromiso con la historia, no con ambición personal.
