Norwood, Massachusetts, 26 de agosto de 2020 (Reuters) – Moderna Inc dijo el miércoles que un análisis de los datos de su vacuna en etapa inicial para el COVID-19 mostró que induce respuestas inmunes en adultos mayores que fueron similares a las de los más jóvenes.
El fabricante de medicamentos es uno de los principales candidatos estadounidenses en la carrera por desarrollar una vacuna segura y efectiva contra el nuevo coronavirus. Su potencial vacuna, mRNA-1273, ya se encuentra en la fase III de pruebas en humanos.
Moderna ahora informó datos provisionales del estudio Fase I que incluye un análisis de 20 personas adicionales y detalles sobre cómo funciona la vacuna en personas mayores.
El análisis estudió una dosis de 100 microgramos que se seleccionó para la Fase III del ensayo, que fue más grande. Moderna dijo que las respuestas inmunitarias en las personas de entre 56 y 70 años, mayores de 70 y en el grupo de personas entre 18 y 55 años fueron similares.
Los datos se presentaron el miércoles en la reunión del Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
Hasta ahora, la compañía ha inscrito a más de 13.000 participantes en el estudio que está en sus últimas etapas. Aproximadamente el 18% del total de participantes son negros, latinos, indígenas estadounidenses o nativos de Alaska, grupos que son los más afectados por la pandemia.
La doctora Jacqueline Miller, vicepresidenta senior de Moderna para el desarrollo de enfermedades infecciosas, dijo al panel que la compañía planea publicar actualizaciones semanales sobre los datos de personas negras y latinas en su sitio web. Miller afirmó que la compañía también está rastreando los datos de asiáticos-estadounidenses y de indígenas.
Pfizer Inc dijo a Reuters la semana pasada que el 19% de los 11.000 sujetos ya inscritos en su ensayo son negros o latinos, y que la compañía está trabajando para reclutar a personas indígenas.
Miller explicó que la composición demográfica es un tema frecuente de conversación en las reuniones semanales con funcionarios estadounidenses en la “Operación Velocidad Warp” de la Casa Blanca, un programa destinado a acelerar el desarrollo de una vacuna para el COVID-19.
“Estamos totalmente de acuerdo en que esto es absolutamente fundamental para evaluar el valor de la vacuna”, sostuvo.