México, 29 de octubre.- La presidenta Claudia Sheinbaum calificó como “una decisión unilateral y sin fundamento” la resolución del Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT) de revocar la aprobación de 13 rutas actuales o proyectadas de aerolíneas mexicanas hacia ese país, al argumentar presuntos incumplimientos al acuerdo bilateral de transporte aéreo firmado en 2015.
Durante su conferencia matutina, la mandataria informó que instruyó al canciller Juan Ramón de la Fuente a solicitar una reunión con el Departamento de Estado y el secretario de Transporte estadounidense, a fin de revisar la medida y exponer la posición del gobierno mexicano.
“Le pedí al canciller que se comunicara con el secretario Marco Rubio para pedir una reunión en la que participe el secretario de Transporte y revisar si tienen fundamento, que desde nuestra perspectiva no tienen ninguno, estas acciones que están tomando de manera unilateral”, declaró.
Sheinbaum subrayó que las justificaciones de Washington —relacionadas con el decreto que trasladó las operaciones de carga aérea del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y con la distribución de slots en el AICM— “ya habían sido respondidas con toda prontitud” por las autoridades mexicanas.
“Una decisión soberana por seguridad”
La presidenta recordó que el decreto que obligó a mover la carga al AIFA fue una decisión soberana, motivada por razones de protección civil y seguridad aérea, ante la saturación del AICM.
“La saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México ponía en riesgo a los pasajeros. Por eso se construyó el AIFA, y ahora todas las empresas de carga —incluidas las estadounidenses— están muy felices. No hay un solo reclamo”, afirmó.
Sostuvo que la operación del AIFA ha sido exitosa, al ofrecer mejores condiciones logísticas y de seguridad para las compañías. “No hay razón alguna para limitar los vuelos hacia los Estados Unidos”, reiteró.
Posibles intereses políticos o empresariales
La mandataria advirtió que la medida del DOT podría responder a intereses políticos o empresariales ajenos a la cooperación bilateral.
“No vaya a ser que haya un interés de otro tipo, puede ser un interés político o de apoyar a unas empresas frente a otras, incluso estadounidenses”, expresó.
En este contexto, Sheinbaum pidió a la Comisión Nacional Antimonopolio (CNA) realizar un análisis sobre la competencia aérea para determinar si realmente existe alguna afectación a las aerolíneas estadounidenses, como argumenta el gobierno de ese país.
“Desde nuestra perspectiva no hay ninguna afectación a la competencia. México no es piñata de nadie. A México se le respeta”, sentenció.
Diálogo y respeto con Washington
Sheinbaum destacó que, pese a esta diferencia, su gobierno mantiene una relación de respeto y cooperación con Estados Unidos, incluido el presidente Donald Trump, con quien aseguró haber sostenido una “muy buena llamada” el fin de semana pasado.
“Hemos logrado un respeto muy grande de distintas instituciones del gobierno de Estados Unidos. La última llamada con el presidente Trump fue muy buena: confirmó que no habrá nuevos aranceles el 1º de noviembre”, apuntó.
Asimismo, informó que el próximo viernes se reunirá con los directivos de Aeroméxico, Viva Aerobus y Volaris para conocer su postura y definir una estrategia común frente a la decisión del DOT.

