México, 12 de agosto.- La presidenta Claudia Sheinbaum se pronunció con dureza sobre la participación de expresidentes del Instituto Federal Electoral (IFE) y del Instituto Nacional Electoral (INE) en los foros para la reforma electoral que impulsa su gobierno, cuestionando el supuesto elitismo y la crítica que han hecho a la propuesta.
“Ellos se sienten superiores, se sienten que están por encima del pueblo de México y que debe considerarse su opinión como algo especial. Pueden participar como cualquier otra persona, ni son más ni son menos”, afirmó Sheinbaum, quien rechazó que los expresidentes tengan una posición privilegiada para dictar cómo debe ser la reforma.
La presidenta enfatizó la contradicción de quienes denuncian autoritarismo en el actual gobierno, cuando, aseguró, México es una democracia participativa, citando como ejemplo que ahora los jueces son elegidos por el pueblo: “¿De cuándo, qué evidencia tienen de que hay autoritarismo en el gobierno? Ah, la evidencia es que el Poder Judicial ahora es electo por el pueblo de México. Ese es su argumento”.
Sheinbaum también negó que exista censura: “Ellos pueden decir lo que quieran en cualquier medio, en cualquier red social, nadie los censura”.
Uno de los puntos centrales de su crítica fue el sistema de representación plurinominal, al que calificó como un mecanismo que ha servido para el “reparto interno de puestos para las cúpulas de los partidos políticos”.
Enfatizó que los partidos reciben grandes cantidades de dinero público —alrededor de siete mil millones de pesos— para su operación normal, “no sólo para las elecciones”, beneficiando incluso a partidos con pocos votos, como el PRI actualmente.
“La lista de plurinominales se ha convertido para muchos partidos políticos en el reparto interno de puestos para las cúpulas de los partidos políticos. Entonces, ¿nosotros qué hablamos de la representación del pueblo? Finalmente, esa es la definición de democracia y por eso abrimos a que se discuta y a que todo mundo pueda plantear sus propuestas”, declaró.
Además, la presidenta llamó a una discusión abierta y transparente sobre la reforma electoral, en la que cualquier persona pueda presentar propuestas sin que nadie se crea más que otros: “¿Ellos son más que otros? No. Hay mucha hipocresía”.
Sheinbaum reprochó la actitud de Lorenzo Córdoba, expresidente del IFE, señalando su trato “autoritaria y despectiva” hacia comunidades indígenas y su responsabilidad durante años en la administración del erario público sin detectar casos de compra de votos o escándalos como “Amigos de Fox” o “Pemexgate”.
Finalmente, reiteró que nadie les niega su participación en el debate, pero criticó que pretendan imponer sus propuestas como si fueran la élite de la democracia mexicana. “Todos somos iguales, cada uno con una responsabilidad distinta”, concluyó.
