16 de mayo.- La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) reveló en su “Evaluación Nacional de Amenazas 2025” que seis cárteles mexicanos, designados como “organizaciones terroristas” por el expresidente Donald Trump, mantienen presencia en todo México y se disputan el control de la Ciudad de México.
Además, señala la existencia de una presunta alianza criminal conocida como “Muerte Líquida”, dedicada al tráfico de drogas y robo de combustible.
Los grupos señalados son el Cártel de Sinaloa, Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Cártel del Noreste (CDN), Familia Michoacana, Nueva Familia Michoacana/Cárteles Unidos y Cártel del Golfo (CDG).
Según la DEA, estos cárteles representan una “grave amenaza” para la seguridad estadounidense debido al tráfico de fentanilo y la violencia con la que operan.
El informe incluye mapas que muestran las zonas de dominio de cada grupo. El CJNG tiene presencia en las 32 entidades del país, mientras que el Cártel de Sinaloa opera en 31 estados, incluyendo la Ciudad de México.
El CDN, la Familia Michoacana, la Nueva Familia Michoacana y el CDG también tienen presencia en varios estados, con todos ellos presentes en la capital mexicana.
La DEA destaca que el Cártel de Sinaloa distribuye drogas en las principales ciudades de Estados Unidos, como Los Ángeles, Houston y Miami, y mantiene operaciones en los 50 estados del país.
El gobierno estadounidense formalizó en febrero la designación de estos seis cárteles como “organizaciones terroristas globales”, endureciendo así las sanciones y acciones legales contra ellos. Marco Rubio, titular del Departamento de Estado, señaló que estas organizaciones emplean “terror, asesinatos y fuerza bruta” para consolidar su poder, representando una amenaza directa para la seguridad nacional de EE.UU.
Dentro de su estrategia para combatir estos grupos, la DEA destacó la “Operación Top Fuel”, que investiga la alianza “Muerte Líquida”, formada por líderes de varios cárteles para traficar metanfetamina, heroína y combustible robado, principalmente a través de la frontera con Texas. Parte del petróleo es presuntamente robado de Pemex y lavado mediante un esquema comercial hacia empresas estadounidenses.
Estas actividades provocan pérdidas millonarias para la industria energética estadounidense, afectando el balance comercial del petróleo. Como ejemplos, la DEA mencionó sanciones contra Iván Cazarín Molina, alias “El Tanque”, operador del CJNG, y “El Primito”, vinculado al robo de combustible.
Aunque la DEA investiga esta alianza, en los casos sancionados no se menciona formalmente la existencia de “Muerte Líquida” ni su conexión con otros grupos criminales.

