México, 29 de noviembre de 2022.- Julen Rementería coordinador del PAN en el Senado, aseveró que la reforma electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador nació muerta, porque ni siquiera tuvo la fuerza para convencer a sus aliados.
Recordó que el presidente no tiene la mayoría calificada en la Cámara de Diputados para aprobar esta reforma y por ello ordenó aplazar su discusión.
“El día de hoy se ha hecho evidente que el presidente Andrés Manuel López Obrador no tiene los votos que necesita para llevar a cabo una reforma constitucional, no pueden convencer, es más, ni a los suyos. Que retirar un dictamen que había sido aprobado y de última hora anunciar que se pospone la discusión en el pleno, no es más que reflejo de una falta de seguridad en los votos que se tienen y por supuesto, de una rebelión que ya tienen personas, por cierto algunas de ellas han militado en la izquierda desde hace mucho tiempo, y se dan cuenta que una propuesta como la que están planteando, pues acaba con todo aquello que se había construido de cara a obtener una democracia real en nuestro país”.
El legislador por Veracruz destacó que el 13 de noviembre pasado, la sociedad se expresó de forma libre, independiente y contundente, repudiando una reforma tóxica y retrógrada.
Mencionó que en esa ocasión el mensaje fue claro: “Tenemos que defender nuestra libertad y nuestro derecho a decidir, por eso estamos en contra de la reforma electoral que se propone, porque es una reforma tóxica y destructiva, que pretende regresar la organización y calificación de las elecciones al poder público”.
Insistió que la modificación a la ley que pretende hacer Morena, lejos de fortalecer la calidad de las elecciones y garantizar el acceso de todas las personas al poder, sólo propone reglas que redistribuyen los espacios públicos para su beneficio.
Añadió que pese al rechazo ciudadano, Morena decidió gastar millones de pesos en organizar una marcha burocrática para curar el ego herido del presidente.
Advirtió que su partido seguirá dando la pelea ante un plan ‘B’, ‘C’, o ‘Z’en materia electoral.