México, 11 de septiembre.- El subsecretario de Integración y Desarrollo de la Secretaría de Salud, Eduardo Clark, informó que el incremento al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a bebidas azucaradas permitirá reducir en alrededor de 7 por ciento el consumo de refrescos en México y generar una recaudación estimada de 41 mil millones de pesos, recursos que se destinarán íntegramente al sector salud.
Pero ¿qué esperamos con esto? No incrementar el costo, sino reducir el consumo. Esperamos y de acuerdo a las estimaciones económicas que esto pueda impactar en el primer y segundo año una reducción de cerca del siete por ciento en el consumo de refresco, que nos ayude a mejorar la salud de los mexicanos.
“Y además, no como objetivo central, pero como un objetivo, como un también desenlace que nos ayuda, podría recargar hasta 41 mil millones de pesos que serán destinados, como ha mencionado la presidenta, de manera íntegra a la salud de las y los mexicanos”, puntualizó.
Durante la presentación de la estrategia “Vive Saludable, Vive Feliz”, Clark subrayó que la decisión se basa en evidencia científica internacional y en la experiencia de más de 119 países que han adoptado medidas similares.
Recordó que México es el mayor consumidor de refresco en el mundo, con un promedio de 166 litros por persona al año, lo que se traduce en graves consecuencias para la salud pública.
“El refresco es la primera fuente de azúcar en la dieta mexicana. Cada envase de 600 mililitros contiene 15 cucharadas de azúcar, sin ningún valor nutricional. Estas calorías vacías generan enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y obesidad”, advirtió.
El funcionario detalló que la carga económica de estas enfermedades ya alcanza los 180 mil millones de pesos anuales en el sistema de salud, con costos de hasta 415 mil pesos por paciente en tratamientos como la diálisis.
“Una de cada tres muertes en el país está asociada a infartos y la diabetes ya es la segunda causa de muerte, con casi 100 mil fallecimientos al año”, puntualizó.
Clark recordó que el IEPS a los refrescos se implementó en 2014 con un peso por litro, medida que redujo en 5.5 por ciento su consumo el primer año.
Hoy, con el ajuste que eleva el gravamen a poco más de tres pesos por litro, la presentación más común de 600 mililitros costará un peso más.
“Lo que buscamos no es recaudar, sino salvar vidas. Sin embargo, los recursos adicionales permitirán fortalecer la prevención, la educación y la atención de pacientes ya afectados por estas enfermedades”, afirmó.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, esta medida es parte de un esfuerzo integral para frenar la epidemia de obesidad y enfermedades metabólicas en el país, que afectan a tres de cada cuatro adultos y a uno de cada tres niños mexicanos.

