México, 3 de octubre.- El Senado de la República fue sede del conversatorio “Beijing +30: igualdad, desarrollo y paz”, organizado por la Presidencia de la Mesa Directiva, la Comisión para la Igualdad de Género y la Unidad Técnica para la Igualdad de Género, con el objetivo de reflexionar sobre los avances y retos en materia de derechos de las mujeres a 30 años de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing.
En la inauguración, Laura Itzel Castillo, presidenta del Senado, destacó la participación activa de las mujeres en la política y subrayó la importancia de la sororidad como motor para consolidar los avances de los últimos 30 años.
“Darnos cuenta que si no nos solidarizamos entre nosotras las mujeres, realmente no podemos avanzar con las conquistas que realmente sirvieron dentro de toda esta lucha de los últimos 30 años como brújula para lo que se tenía que estar haciendo y como un abono para una tierra fértil, que yo quiero decir en estos momentos que obviamente esta tierra fértil seguramente es el eco de todo este trabajo de la lucha de hace 30 años”, señaló.
Castillo recordó logros históricos como la paridad constitucional, que coloca a México como un ejemplo a nivel mundial, y enfatizó la relevancia de reconocer a quienes participaron desde el primer día en los trabajos sobre igualdad de género.
Asimismo, hizo un llamado a continuar visibilizando a las mujeres en todos los ámbitos, incluyendo el lenguaje legislativo, como parte de la lucha por una representación equitativa.
Por su parte, Moni Pizani Orsini, representante de ONU Mujeres en México, resaltó que Beijing +30 no sólo celebra tres décadas de avances, sino que marca un nuevo punto de partida para acelerar la igualdad sustantiva.
Señaló que México ha logrado reformas legales importantes en igualdad de género, reducción de la pobreza multidimensional de las mujeres y políticas de protección contra la violencia, incluyendo la creación de la Secretaría de las Mujeres y programas innovadores como los centros libres y la línea 079.
Pizani Orsini destacó que los compromisos adquiridos requieren recursos, políticas públicas territorializadas y mecanismos de seguimiento para transformar la vida de mujeres y niñas en todo el país.
“Este conversatorio no sea sólo memoria, sino promesa viva, promesa de un país donde nacer mujer no significa enfrentar barreras, sino abrir caminos”, afirmó.
El evento también sirvió para rendir homenaje a las pioneras de la lucha feminista en México, quienes, hace 30 años, participaron en Beijing y sentaron las bases de los avances legislativos y sociales que hoy permiten a las mujeres ocupar espacios de liderazgo en todos los niveles de gobierno y en la sociedad.

