Los Ángeles, 12 de junio (AP).— La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, prometió el jueves avanzar con las medidas de inmigración del gobierno del presidente Donald Trump a pesar de las olas de disturbios en todo el país, mientras que en Texas miles de soldados de la Guardia Nacional estaban en espera en caso de que estallaran más problemas.
Las medidas se desarrollaron mientras las ciudades de todo el país se preparaban para grandes manifestaciones contra Trump previstas para el fin de semana, y sus dirigentes suplicaban a los residentes que protestaran pacíficamente.
Noem dijo que las redadas de inmigración que avivaron las protestas seguirán adelante y añadió que los agentes tienen miles de objetivos.
“Esto va a continuar hasta que tengamos paz en las calles de Los Ángeles”, afirmó durante una conferencia de prensa, que fue interrumpida por los gritos del senador demócrata de California, Alex Padilla, quien fue retirado del evento por la fuerza.
Noem habló horas antes de que el uso de soldados por parte de Trump para llevar a cabo las redadas de inmigración enfrente su mayor desafío hasta ahora, cuando un juez federal evalúe la solicitud del gobernador de California, Gavin Newsom, para detener de emergencia la práctica.
Por otra parte, el Departamento de Seguridad Nacional informó el jueves que ha comenzado a notificar a cientos de miles de cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos que su permiso temporal para vivir y trabajar en Estados Unidos ha sido revocado y que deben abandonar el país.
Los avisos de rescisión están siendo enviados por correo electrónico a las personas que ingresaron al país como parte de un programa de permisos condicionales humanitarios, dijeron los funcionarios.
Desde octubre de 2022, alrededor de 532.000 personas de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela fueron autorizadas a ingresar a Estados Unidos bajo el programa creado por el gobierno de Biden. Llegaron con patrocinadores financieros y se les otorgaron permisos para vivir y trabajar en Estados Unidos por dos años.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) dijo que las cartas informan a las personas que tanto su estatus legal temporal como su permiso de trabajo han sido revocados “con efecto inmediato”. Se alentó a cualquier persona que viva ilegalmente en Estados Unidos a salir utilizando una aplicación móvil llamada CBP Home, y se dijo que los individuos recibirán asistencia para el viaje y 1.000 dólares al llegar a su país de origen.

