México, 30 de septiembre.- La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) descartó que la volcadura y posterior explosión de una pipa ocurrida el pasado 10 de septiembre en Iztapalapa se debiera a baches o daños en la carpeta asfáltica de la vialidad donde se registró el accidente.
La titular de la institución, Bertha Alcalde Luján, afirmó que los peritajes realizados acreditaron que el pavimento estaba en condiciones adecuadas, sin afectaciones que pudieran generar un percance de esa magnitud.
“El accidente no fue provocado por un bache”, subrayó al presentar los resultados preliminares de las investigaciones, y negó además que se haya realizado pavimentación posterior al siniestro, como se difundió en redes sociales.
De acuerdo con la fiscalía capitalina, la revisión técnica, junto con los registros del GPS del vehículo, confirmaron que el tractocamión ingresó a la curva de incorporación a la autopista México–Puebla a una velocidad de entre 44 y 46 kilómetros por hora, superando el límite permitido de 40 km/h en vialidades secundarias de la capital.
Según el dictamen de los peritos en mecánica y tránsito terrestre, la velocidad excesiva ocasionó que el conductor perdiera el control de la unidad:
“El percance se originó cuando el conductor, al tomar la curva, impactó contra el muro divisor del arroyo vehicular. El tractocamión golpeó con su parte frontal izquierda uno de los bloques de contención, lo que provocó que la pipa comenzara a ladearse hacia la izquierda.
Durante esa maniobra, la fricción contra el muro generó una hendidura por donde se fugó el gas”, detalló Alcalde Luján.
La funcionaria precisó que el vehículo no presentaba fallas mecánicas en llantas, frenos, ejes ni otros componentes.
Respecto a videos difundidos en redes sociales, la fiscal señaló que el material que circula no corresponde al momento del accidente ni refleja la velocidad real en la curva donde ocurrió el siniestro.
“Tanto los videos privados como los del C5 fueron analizados, y se tomaron en cuenta los cálculos periciales para establecer la velocidad del vehículo”, apuntó.
La investigación continúa abierta. Actualmente, la FGJCDMX indaga si la empresa propietaria de la pipa cumplía con la normatividad en materia de seguridad vehicular y con los derechos laborales del conductor.

