Washington, 18 de marzo.- Los Archivos Nacionales de EU publicaron este martes, por orden del presidente estadounidense Donald Trump, miles de archivos inéditos relacionados con el asesinato de John F. Kennedy (1961-1963), un caso que ha alimentado innumerables teorías conspirativas durante décadas.
Los Archivos Nacionales, responsables de la custodia de los documentos sobre la muerte de Kennedy, anunciaron la desclasificación de los archivos en su página web.
Trump había adelantado el día anterior que se harían públicos 80 mil documentos, pero en la web de los Archivos Nacionales solo figuran 1.123.
Según un comunicado de la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, el resto de los archivos ya han sido desclasificados, aunque aún no se han publicado en línea y está previsto que se suban a la web en los próximos días.
Aún se desconoce si los documentos contienen detalles inéditos sobre el asesinato de Kennedy. Los expertos están ahora examinando los archivos en busca de nueva información.
Trump explicó el día anterior que todos los documentos que iban a hacerse públicos estarían íntegros y sin tachaduras, lo que permite leer su contenido completo, a diferencia de lo ocurrido con otros archivos históricos considerados sensibles.
La desclasificación responde a una orden ejecutiva que Trump firmó solo unos días después de regresar a la Casa Blanca y con la que instó al Buró Federal de Investigaciones (FBI) a localizar miles de documentos adicionales sobre el asesinato de Kennedy para su publicación.
El asesinato de Kennedy ha sido atribuido oficialmente a una única persona, el exinfante de Marina Lee Harvey Oswald, quien disparó contra el presidente desde una ventana de un almacén de libros escolares mientras la comitiva presidencial pasaba por la plaza Dealey de Dallas, en Texas.
Dos días después, el dueño de un club nocturno, Jack Ruby, mató a Oswald en la sede de la policía de Dallas.
Un año después del magnicidio, la Comisión Warren, establecida por el entonces presidente Lyndon B. Johnson (1963-1969) para investigar el suceso, concluyó que Oswald había actuado solo y que no había pruebas de que otras personas hubieran podido estar involucradas como parte de una conspiración para matar a Kennedy.

