Nueva York, 4 de agosto.— La administración de la presidenta Claudia Sheinbaum enfrenta crecientes obstáculos en su intento por alcanzar un acuerdo de seguridad con el gobierno del presidente estadounidense Donald Trump, en medio de presiones para frenar el narcotráfico y evitar medidas unilaterales, como aranceles o incluso acciones militares por parte de Estados Unidos.
De acuerdo con un reportaje publicado este lunes por The Wall Street Journal (WSJ), el principal escollo para la consolidación del acuerdo es la operación y el poder de los cárteles mexicanos de la droga, cuya influencia ha sido señalada como un factor de riesgo para la seguridad bilateral.
El texto, titulado “Cárteles de la droga complican el acuerdo de Sheinbaum con Trump”, advierte que hechos recientes, como la fuga de un presunto operador chino ligado al tráfico de fentanilo, han encendido las alarmas en Washington.
El WSJ destaca el caso de Zhi Dong Zhang, ciudadano de origen chino acusado en Estados Unidos de lavar cerca de 150 millones de dólares para grupos criminales mexicanos y de introducir grandes cantidades de cocaína, metanfetamina y fentanilo a territorio estadounidense.
Zhang fue puesto bajo arresto domiciliario en México mientras se resolvía su proceso de extradición, pero en julio logró escapar “a través de un agujero en la pared de la casa donde estaba resguardado por la Guardia Nacional”, según fuentes del gobierno mexicano consultadas por el diario.
La evasión causó molestia en la presidenta Sheinbaum, quien –según personas cercanas al caso citadas por el WSJ– se enfrenta a una creciente presión por parte de la administración Trump, que ha urgido al gobierno mexicano a desmantelar las organizaciones criminales responsables del tráfico de drogas.
“Días después de la fuga, Sheinbaum dijo que el juez debería haber ordenado la detención de un ciudadano extranjero que enfrenta cargos tan graves, en lugar de mantenerlo bajo arresto domiciliario”, indica el medio.
Washington ha advertido que está dispuesto a actuar de manera unilateral si no hay resultados contundentes.
Entre las medidas que estarían sobre la mesa se encuentran el uso de drones para atacar laboratorios clandestinos y el despliegue de fuerzas especiales para capturar a líderes del narcotráfico en México, apunta el texto.
“La descarada fuga subraya la debilidad de los esfuerzos de México para combatir el crimen organizado”, sostiene el diario, que también retoma el señalamiento de funcionarios estadounidenses sobre la infiltración de los cárteles “en todos los niveles de la sociedad y el gobierno mexicanos”, lo cual podría debilitar la posición de Sheinbaum frente a las negociaciones con Trump.
En este contexto, la portavoz de la Casa Blanca, Anna Kelly, declaró que el presidente Trump “ha dejado muy claro que México debe hacer más para combatir estas bandas y cárteles, y Estados Unidos está dispuesto a ayudar y ampliar la ya estrecha cooperación entre nuestros dos países”.
El reportaje también menciona el caso de Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad Pública en Tabasco, actualmente prófugo y señalado como líder del grupo criminal conocido como La Barredora.
El WSJ subraya que Bermúdez fue nombrado por Adán Augusto López, exgobernador del estado, exsecretario de Gobernación y actual líder del partido oficialista en el Senado, lo que añade presión sobre el gobierno mexicano para deslindar responsabilidades y actuar contra los vínculos entre políticos y crimen organizado.
Pese a la tensión, Sheinbaum mantiene su apuesta por alcanzar un acuerdo bilateral.
Tras el anuncio de una prórroga de 90 días antes de que entren en vigor aranceles del 30% a productos mexicanos, la mandataria declaró que espera una firma próxima del convenio de seguridad, pero reiteró que cualquier medida deberá respetar la soberanía nacional: “Respetando nuestro territorio”, afirmó.

