México, 9 de julio.- Las recientes revelaciones sobre un supuesto soborno de 25 millones de dólares al expresidente Enrique Peña Nieto, vinculado a la compra del software de espionaje Pegasus, generaron versiones encontradas entre legisladores de distintas fuerzas políticas, en medio de una investigación abierta por la Fiscalía General de la República (FGR).
Mientras legisladores del PAN y de la izquierda llamaron a llegar hasta las últimas consecuencias, en el PRI prevaleció una postura de escepticismo y defensa del exmandatario.
El senador Ricardo Anaya, coordinador del PAN, celebró que la FGR investigue la compra del sistema durante el sexenio de Peña Nieto, al asegurar que el software “fue utilizado para espiar a periodistas, opositores y defensores de derechos humanos”, lo que ya representaba un delito.
Pero además, subrayó que “se robaron el dinero al comprarlo”.
“Felicitar a la Fiscalía General de la República por haber anunciado que van a ir a fondo en la investigación del software Pegasus que fue comprado durante la administración del expresidente Enrique Peña Nieto.
“Primero, porque ese software se utilizó, hay que decirlo, para espiar a periodistas, para espiar a opositores, para espiar a defensores de derechos humanos, lo cual ya de suyo es un delito y jamás se castigó. Y segundo, porque ahora nos enteramos que estos cínicos no solamente lo usaron para espiar, sino que además se enriquecieron, se robaron el dinero cuando compraron este software.
“Entonces, qué bueno que la Fiscalía General de la República esté solicitando información al gobierno de Israel y ojalá que se vaya hasta las últimas consecuencias”, declaró.
En una línea similar, Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Comisión Permanente, reconoció que aún no se puede hablar de que Peña Nieto haya perdido su impunidad, pero afirmó que las investigaciones deben continuar.
“Pues yo no diría que ya se le acabó la impunidad. Salió recientemente esta información, no había sido conocida, además por un diario israelí, según entiendo, no fue un diario nacional, de que recibió un soborno de 25 millones de dólares.
“Él dice que no, la Fiscalía tiene abierta la investigación, vamos a ver qué sucede, a ver qué evidencias se entregan sobre el particular. Yo creo que ningún acto de corrupción debe quedar impune, mucho menos un expresidente”, sostuvo.
En contraste, el senador Manuel Añorve, coordinador del PRI, defendió a Peña Nieto y calificó los señalamientos como una posible maniobra de distracción.
Sostuvo que el exmandatario ya había hecho una “aclaración puntual y contundente”, y cuestionó que no se actúe contra casos de corrupción más recientes, como los relacionados con Segalmex o Dos Bocas.
“En el tema del expresidente Peña Nieto, pues él hizo una aclaración muy puntual. Y fue tan puntual que obviamentetambién fue contundente. Ahora, se abre una carpeta, él seguramente tendrá la manera de seguir dando esos argumentosen cualquier carpeta que se abra, valga la repetición, en este sentido.
Pero yo lo que vuelvo a repetir es, ¿por qué no detienen ya a los responsables de atracos inimaginables como el de Birmex, como el de Segalmex, como el del Tren Maya, o bien los responsables de Dos Bocas?. (…) Porque pareciera que solamente quieren distractores”, declaró.
La confrontación de posturas se amplió con el diputado panista Federico Döring, quien consideró que el caso es una “caja china” para desviar la atención de la comparecencia de Ovidio Guzmán, pospuesta para el próximo viernes.
“Me parece que es una caja china para la comparecencia de Ovidio (Guzmán) que se pospuso para el viernes”, aseguró.
El software Pegasus fue adquirido por el gobierno mexicano en el sexenio de Peña Nieto, y utilizado presuntamente para labores de espionaje político.
La reciente denuncia, publicada por un medio israelí, sostiene que parte del dinero de la operación terminó en cuentas vinculadas al expresidente.
La FGR ha iniciado gestiones internacionales para recabar pruebas.

