México, 24 de junio de 2020 (ANSA).- El gigante español de la construcción Iberdrola anunció la cancelación de una central eléctrica en el puerto de Tuxpan, estado de Veracruz, que representa una inversión de 1.200 millones de dólares.
La sorpresiva decisión en torno a este proyecto, que crearía unos 2.000 empleos, ocurrió en el contexto de un enfrentamiento con el gobierno mexicano.
La noticia fue divulgada por el alcalde de Tuxpan, Juan Antonio Aguilar, quien lamentó la decisión, que frustra un proyecto para construir una planta de ciclo combinado de 1.204 megawatts.
Aguilar indicó al diario local Reforma que directivos de Iberdrola comunicaron al intendente esta determinación poco después de que el presidente Andrés López Obrador acusó a la compañía de poseer la mitad del mercado privado de generación de energía eléctrica.
«El pasado jueves estuvieron los directivos aquí conmigo y me dieron la mala noticia: que les habían ordenado retirarse, porque llevaban nueve meses intentando tener el contrato y no tuvieron una respuesta favorable», indicó.
El edil indicó que Iberdrola había comenzado hace un año a trabajar en materia de logística, compra de terrenos, pagos de gente que tuvieron que mover para Tuxpan «y gastaron unos 40 millones de dólares» pero sin lograr un entendimiento para materializar su proyecto.
El plan era iniciar la construcción en julio próximo e invertir 5.000 millones en dólares en los próximos años, que incluiría también una central de cogeneración en el estado de Querétaro y otro fotovoltaico en Puebla, en las cercanías de la capital.
La compañía ya contaba con permiso de interconexión con el Centro Nacional de Control de Energìa (Cenace) y faltaba cerrar un acuerdo con la CFE para el suministro de gas natural mediante un gasoducto marino desde el sur de Texas.
La semana pasada, López Obrador acusó además al gigante energético ibérico de estar «promoviendo una campaña» en su contra en forma velada en los medios de comunicación.
«Tengo información que está promoviendo una campaña encubierta, porque el conservadurismo tiene dos características: es muy corrupto e hipócrita», dijo el mandatario, quien dijo que «algunas empresas extranjeras están inconformes porque se está poniendo orden ya no se les permite hacer y deshacer».
«Ya hemos dicho que abusaban vendían muy cara la energía eléctrica a la Comisión Federal de Electricidad (CFE)», el monopolio gubernamental de la venta de energía a los consumidores, y «obtuvieron contratos por medio del influyentismo».