Bogotá, Colombia, 21 de agosto (AP).— Dos ataques perpetrados de manera paralela el jueves en Colombia han dejado al menos 13 personas fallecidas, incluidos policías, y decenas de heridos, según las autoridades que los atribuyeron a las disidencias de la extinta guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El presidente colombiano Gustavo Petro informó que ocho policías fallecieron y ocho más resultaron heridos como consecuencia del ataque a un helicóptero de la policía colombiana que fue derribado en Antioquia, en el noroeste de Colombia.
Aseguró que el aparato tenía como misión llevar personal para la erradicación de cultivos de hoja de coca en zona rural de Amalfi.
Petro señaló a través de la red social X a las disidencias de las FARC como los presuntos responsables, aunque previamente había señalado al Clan del Golfo, el mayor cártel de drogas activo en el país, asegurando que el helicóptero fue atacado como una retaliación a la incautación de cocaína en que pertenecería al grupo.
En paralelo, fue reportada la detonación de un vehículo cargado con explosivos en inmediaciones de la base aérea Marco Fidel Suárez, una escuela militar de aviación de la ciudad de Cali, en el suroeste del país, informó la Fuerza Aeroespacial Colombiana.
La Alcaldía de Cali reportó cinco personas fallecidas y 36 heridas, sin especificar si todos son civiles.
Petro señaló a las disidencias de la “columna Carlos Patiño” de estar detrás de la explosión en Cali, como una reacción a los operativos militares que se han sostenido por meses en la zona del Cañón del Micay, repleta de sembradíos de hoja de coca.

