México, 31 de julio.- Manuel Añorve, coordinador del PRI en el Senado, cuestionó severamente la conducción de la política exterior y económica del gobierno federal, al considerar que la prórroga de 90 días acordada con Estados Unidos para la entrada en vigor de nuevos aranceles no representa un logro, sino una simple postergación sin resultados tangibles.
“El gobierno no cerró ninguna negociación, solo pateó el bote. Esta prórroga solo amplía la agonía”, afirmó el legislador priista, quien criticó que ni el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, ni el canciller Juan Ramón de la Fuente hayan logrado avances concretos en los acuerdos comerciales con Washington.
Añorve advirtió que la incertidumbre jurídica y económica que vive el país está provocando la salida de inversiones, como la reciente decisión de Nissan de cerrar operaciones en Morelos, con la pérdida de 4 mil empleos directos, o la desinversión de Iberdrola.
“No hay certidumbre para la inversión ni nacional ni extranjera, y eso tiene consecuencias graves”, subrayó.
El senador reprochó que mientras legisladores estadounidenses se reunieron con la presidenta Claudia Sheinbaum, el Senado mexicano –máxima instancia constitucional en materia de política exterior– fue excluido.
“Desde el sexenio pasado se cerraron los puentes parlamentarios con el Congreso de EE.UU., y hoy eso nos pasa factura”, reclamó.
Asimismo, reiteró la exigencia de que Ebrard y De la Fuente comparezcan ante comisiones legislativas para explicar el estado de las negociaciones y lo que realmente se logró con la prórroga.
“No pedimos tocarlos con el pétalo de una rosa, queremos que den la cara y nos digan por qué no han cerrado la negociación”, sostuvo.
Añorve también acusó a Morena de mantener un “manto protector” sobre los funcionarios del gabinete federal al impedir su comparecencia y bloquear la fiscalización legislativa.
“No quieren que llamemos al secretario de Salud, ni al de Agricultura, ni al de Hacienda, ni al director del Issste o de Pemex. La presidenta está sola, cargando con los errores de su equipo”, afirmó.
Al ser cuestionado sobre si los 90 días servirán para resolver los conflictos de fondo, el senador priista fue escéptico:
“Seguimos con el Jesús en la boca, el dicho popular no falla, o sea, pues ganaron 90 días, ganamos como gobierno, qué bueno, pero ojalá ya se vieran los resultado. (…) Estoy viendo como un gran festejo por parte del gobierno, los colaboradores de la presidenta, de que ha sido un gran triunfo los 90 días, pues nada más patearon el bote.
“Así en conclusión se los voy a decir, nada más la agonía la ampliaron a 90 días. Ojalá ya se pongan a trabajar de adeveras y cierren la negociación para la certidumbre en la inversión que se requiere en México”, declaró.
El priista concluyó con un llamado a que el gobierno acelere las gestiones y cierre los acuerdos pendientes para garantizar estabilidad económica, respeto al Estado de derecho y certeza para los inversionistas.
“Todavía ni siquiera empieza la revisión del T-MEC y ya estamos viendo las consecuencias de no tener una estrategia clara”, advirtió.
Por su parte, Claudia Anaya, también senadora del PRI, consideró positiva la prórroga de 90 días otorgada por Estados Unidos antes de aplicar nuevos aranceles a productos mexicanos, pero advirtió que lo fundamental es definir con claridad el futuro del T-MEC, en medio de crecientes riesgos por la falta de certeza jurídica en el país.
“Es importante que no se apliquen los aranceles que estaban previstos para mañana por parte del presidente Trump. Pero lo urgente es llegar a un acuerdo de fondo sobre el tratado de libre comercio: saber si se mantendrá, se renovará o se hará uno nuevo”, dijo.
Anaya subrayó que el crecimiento económico de México en las últimas décadas ha estado estrechamente ligado a la integración comercial con Estados Unidos y Canadá.
Destacó que el T-MEC permitió a México abrirse al mundo, firmar tratados con otros países y potenciar no solo a las grandes industrias, sino también a las micro, pequeñas y medianas empresas.
“El gran valor de estos tratados es que desarrollan cadenas productivas. Cuando llega una empresa grande, se activa un clúster de proveedoría local, y eso impulsa a muchas pequeñas empresas”, explicó.
La senadora también cuestionó que temas como el combate al narcotráfico, la migración o el tráfico de personas se incluyan como moneda de cambio en las negociaciones comerciales.
“No podemos permitir que estos temas enturbien la relación comercial. Deben tratarse por una vía distinta”, afirmó.
A su vez, el coordinador de Movimiento Ciudadano en el Senado, Clemente Castañeda, advirtió que la prórroga de 90 días acordada entre los gobiernos de México y Estados Unidos en materia arancelaria representa un respiro temporal, pero no resuelve de fondo los riesgos que enfrentan sectores estratégicos como el acero, la industria automotriz y el jitomate.
“El gobierno debe actuar con transparencia, defender con firmeza nuestra soberanía y garantizar que el T-MEC se preserve sin concesiones unilaterales”, subrayó el legislador.
Castañeda recordó que desde hace más de un año, Movimiento Ciudadano ha planteado la necesidad de convocar a una reunión interparlamentaria México–Estados Unidos, con el objetivo de abordar estos temas comerciales con visión de Estado, y no limitarlos únicamente a negociaciones entre funcionarios del Ejecutivo.
“Hoy más que nunca se necesita diálogo, firmeza y coordinación institucional”, insistió el senador.

