Sevilla, 6 de abril.- Con un epílogo dramático, digno de una final de la Copa del Rey, Mallorca perdió en penales (4-2) ante Athletic Club de Bilbao.
La escuadra de Javier Aguirre superó el cansancio, entregó todo durante los más de 120 minutos que duró el compromiso y se quedó muy cerca de su primer campeonato en Europa.
El Estadio de La Cartuja fue escenario de una final llena de pasión, en la que ambos equipos trabajaron arduamente para buscar el ansiado título, teniendo oportunidades claras en ambas porterías.
Javier Aguirre, entrenador del Real Mallorca, mostró su orgullo por el rendimiento de sus jugadores y manifestó que, pese a la derrota por penaltis, se sentía “muy orgulloso” de sus jugadores pero “salió cruz” y le quedó, además, la sensación de “crueldad”.

“No tengo nada, nada, nada que reprocharles a mis jugadores”, dijo en rueda de prensa, quien sufre por su familia y esta “bien” porque “no te puedes flagelar ni lamentarte” y “poco más” porque “ya estoy pensando en el (Real) Madrid”.
Señalo que vendieron “cara la derrota” aunque ello sea un “argumento pobre pero que es real” y comentó que se va con “la frente muy alta” después de “una bonita Copa en la que lo diste todo para al final morir en la orilla”.