México, 7 de marzo de 2024.- Ana Lilia Rivera, presidenta del Senado, resaltó que por vez primera en la historia una mujer tendrá la posibilidad de ser presidenta de México y eso es fruto de la lucha feminista.
Al inaugurar la exposición “Memorias de un arduo camino. Las mujeres mexicanas y el derecho al voto”, como parte de los actos conmemorativos del Día Internacional de la Mujer, la senadora por Tlaxcala dijo que alcanzar los derechos que hoy se tienen ha costado casi 200 años de lucha feminista.
Reconoció que la batalla no ha sido fácil, pero agradeció a quienes forjaron el camino para que hoy una mujer tenga la oportunidad de ser presidenta de México y permitir la paridad en el Senado y en la Cámara de Diputados.
La legisladora consideró que la máxima expresión de poder en el Congreso son las Mesas Directivas, por lo que celebró que hoy estén dirigidas por mujeres, “en la pluralidad política que significa tener diversas opiniones, ideología y partidos políticos”.
Mencionó que las mujeres hacen política de manera coordinada, informada y orientada, pero sobre todo en solidaridad, para poder acabar con los mitos que han querido marcar el destino de ellas.
“Género no es destino. Las mujeres lo estamos construyendo, porque la ley ha tardado en reconocer nuestra ciudadanía plena, nuestros derechos. Hay que reconocer que somos intelectualmente capaces de opinar, de decidir y sobre todo de dirigir”.
En este sentido, Rivera Rivera resaltó la importancia de recordar a aquellas mujeres pioneras y valientes que desafiaron las normas, que se enfrentaron a la discriminación y a la represión para lograr que el voto femenino en México sea una realidad.
“Mujeres como Hermila Galindo, Elvia Carrillo Puerto, Griselda Álvarez, entre muchas otras, que fueron líderes de la lucha del voto femenino”, mencionó.
Por su parte, Sulma Campos Mata, titular de la Unidad Técnica para la Igualdad de Género, comentó que la capacidad y liderazgo de las mujeres se ha visto mermada por una sociedad patriarcal, que minimiza las enormes capacidades humanas que posee este género, las cuales son indispensables para la construcción de sociedades democráticas, justas e igualitarias.
Añadió que el camino ha sido arduo, intenso y en una pendiente, por lo que ha costado mucho pasar de la exigencia en el reconocimiento de los derechos sociales, políticos y electorales al reconocimiento y reivindicación de los derechos humanos.